Es noviembre de 2011 y estoy en Homestead, el circuito donde se lleva a cabo la valida final del campeonato NASCAR. Hay dos corredores empatados en el primer lugar y aún no puedo cree que haya podido venir a ver esta carrera con mi hermano y su esposa. La experiencia no solo es increible por la carrera en si misma sino por todos los eventos, el mercadeo y la forma como cada persona vive estos eventos. Hay que repetirlo.